Vestigios de una historia

Vestigios de una historia

El traqueteo de un carruaje pasando a toda velocidad delante Paseo-de-carruajesde la ventana nos sobresalta. Los cascos de los caballos golpeando la tierra enfangada producen sonidos nuevos para nosotros. Abrimos la ventana en el momento en el que vemos pasar un lustroso vehículo del s.XIX. La fachada del edificio donde nos encontramos se encuentra cubierta de frio musgo. Nuestra curiosidad no nos hizo darnos cuenta de que apoyábamos las manos sobre la fría piedra del alféizar. La humedad, el gélido viento y el olor a tierra fértil fueron sensaciones que nos invadieron poco después.

Nos 437d7244cb9e46b8a97ce1cbc3e3d857encontramos en el norte de Inglaterra, en el condado de Cumbria. Mujeres, hombres y niños salen de sus casas en pos del carruaje. En aquel rincón del reino de Victoria son pocas las ocasiones en las que algo inusual ocurre. Nosotros nos sumamos al grupo de curiosos que recorren las empedradas calles. Prestamos atención a lo que dicen para comprender qué novedades nos ha llevado al pasado.

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Todo apunta a que los hermanos Townsend les han bendecido la buena fortuna.Edyna, la hermana mayor, ha llamado la atención de un par del reino


 

Disfrutamos4ff8639fd379933cce94dc3bdc371b72 del paseo esperando conocer a la afortunada que llenará de chismes el pueblo llamado Hawckshead. En cuanto llegamos, nos posicionamos cerca de la casa del párroco. Allí parecen estar despidiendo a los Townsend. La hermana mayor, Edyna, se sonroja con inocencia ante la imponente figura de lord Louis Wimsley, vizconde de Palmerstone. El aristócrata en cuestión parece tragarse con su edad, corpulencia y refinados movimientos a su reciente esposa. Todos murmuran lo inverosímil de la situación, pues jamás hubieran creído que la joven campesina hubiera podido atraer la atención de un noble.

A los hermanos Townsend los encabezaba Edyna, que a muy corta edad se puso al frente de la familia al fallecer su madre. Las personas que nos acompañan hablan de la caridad que recibieron por parte de la mujer del párroco al emplearla en su hogar. En su puesto de sirvienta se había cruzado con lord Palmerstone, quien no dudó en desposarla tras su viaje por los lagos. Edmond Townsend, el único hermano varón, la seguía de cerca cargando con una maleta donde llevaba las pertenencias de los cuatro miembros de su familia. No parecía estar muy cargada. 7f5a3e85131def3942ed13b0ed4e6df0En el joven había recaído el papel de protector cuando unos años atrás su padre siguió los pasos de su esposa. Roselyn, la hermana más jovial, tomaba de la mano a una temerosa Jenna que rondaba los diez años. La ausencia de padres, una vida plagada de carencias  y la inseguridad que acompaña a la ignorancia, hacían que el grupo que formaban representara una escena llena de contrastes. Lord Palmerstone y un buen amigo que lo acompañaba desprendían exquisita educación y fría elegancia.
Tan opuestos a sus compañeros de viaje que destacaban por la unión, complicidad, espontanea alegría y amor que se profesaban.

Nuestra atención vuelve a caer en la reciente lady Palmerstone. En ese instante, la joven se volvió hacia su esposo, tras recibir los abrazos envueltos de consejos susurrados al oído de los amigos que dejaba atrás. La mirada que dirigió a su marido estaba llena de respeto y agradecimiento. En su inocente rostro apareció una sonrisa cargada de esperanza. Suspiró de alivio al comenzar a disfrutar de lo que superaba cualquier sueño.

Se había convertido en vizcondesa y por fin podía despedirse de la miseria; sacudiendo la tristeza y el hambre de la vida de sus hermanos.

No había amor, todos los presentes coincidían en eso, pero ninguno hubiera dudado en cambiar su puesto por el de Edyna Wimsley, vizcondesa de Palmerstone. La familia al completo estaba feliz con aquella unión.

No preguntaron la razón por la cual lord Palmerstone había desposado a Edyna, tampoco pensaron si había que pagar aquella oportunidad que la vida les ofrecía, ni tampoco creyeron que en algún momento podría llegar el arrepentimiento


 

Nada de eso rondará la mente de lady Palmerstone hasta cuatro años después…

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FEBRERO 2016

3 respuestas a “Vestigios de una historia

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