Época Victoriana
Lady Palmerstone se sentía tan afortunada al haber contraído matrimonio con un vizconde que no daba importancia a sus largas ausencias. Aunque la felicidad de sus hermanos siempre había estado por encima de la suya, su preocupación giraba en torno a la falta de herederos. Un buen día, lord Palmerstone, hombre acostumbrado a servirse de las personas según su conveniencia, idea la manera de ahorrarse las molestias de engendrar: el plan no es otro que buscar a alguien que lo haga por él. Edyna lidiará entre la indignación por el escandaloso acuerdo que su esposo le propone y el sentirse en deuda con él por todo lo que ha hecho por ella y sus hermanos. Lo que en un primer momento resulta un perverso pacto termina siendo la clave para experimentar la libertad de ser ella misma y olvidar las duras obligaciones que la vida le había hecho asumir.
Gowan Maxwell había llevado una vida de salvaje supervivencia. Cuando se presentó para ocupar un puesto de jardinero, nada le hizo pensar que bajo tal propuesta laboral se escondieran oscuras intenciones, las cuales cambiarían por completo su existencia. Maxwell no solo seducirá a lady Palmerstone, sino que sucumbirá a la pasión que la joven despierta en él. A su vez, Edyna descubrirá, en brazos del apuesto y corpulento Maxwell, a una mujer capaz de experimentar maravillosas sensaciones.
El amor los tomará por sorpresa, enfrentándolos a la realidad y poniendo a prueba su valentía. Ninguno estará preparado para luchar por un amor imposible, pero la fuerza de sus sentimientos hará que tomen duras decisiones para conseguir lo que tanto ansían: no separarse jamás.