El Pasado Aguarda
Cantos varoniles atraviesan nuestra ventana. Festejan algo especial. Abrimos los postigos para conocer quien perturba el exterior con graves risotadas. Abrimos bien los ojos pues la luz eléctrica ha desaparecido. Son pequeñas antorchas las que iluminan la noche. Somos incapaces de comprender la conversación que transcurre a nuestros pies. Nos encontramos en un lugar muy alto. Palpamos el muro exterior para comprobar que se trata de piedra, fría y cubierta de musgo. La tímida luna nos muestra con su brillo el reflejo del agua. Al agudizar nuestra visión observamos que la construcción está rodeada por un foso. ¡Estamos en una fortaleza!
Es entonces cuando nos asomamos un poco más para ver a los guerreros que beben y bromean más abajo. Sonreímos al averiguar que se tratan de escoceses. La magia de viajar al pasado a través de esta ventana logra que sus palabras comiencen a tener sentido para nosotras. Al parecer tres Highlander ridiculizan a sus anfitriones por pertenecer a las Tierras Bajas de Escocia. Estos son expulsados del castillo pero no parece afectarles. El chirrido del puente levadizo nos resulta atronador. Mientras vislumbramos cómo se alejan con su gallardía intacta pensamos en el próximo viaje. Uno de ellos se detiene, mira hacia arriba y se lleva las manos a la boca para formar un altavoz.
-¡Pronto! -nos grita-. Pronto tendréis una nueva aventura en las Highland. Mirad en la bisagra de vuestra ventana. Allí hallaréis un pergamino que os desvelará más sobre mi historia.
Enseguida nuestra mente recuerda que en la visión anterior Clarion se nos había revelado como el protagonista. Es entonces cuando levantamos la mano para saludar. Él continúa con su andar para dejarnos atrás. Palpamos el contorno de nuestra ventana para encontrar la nota de la que nos habla. Al hallarla no tardamos en desenrollar el pequeño papel ajado.
Leemos lo siguiente…
Escocia, siglo xv.
Clarion McLeod acude al castillo de Coill para reencontrarse con Daimh, su antiguo compañero de armas y laird del clan Mackenzie. Cuando la mujer de Daimh, Aila, abraza a Clarion para saludarlo, tiene una visión en la que este tendrá que ayudar a una dama inglesa que está huyendo.
Elinor Multon, hermana de Brayton, barón de la hacienda inglesa de Burgh by Sands, se ve forzada a escapar de las garras del terrible padre Dagger, quien la desea desde siempre y que, al no conseguirla como anhela, la acusa de brujería. La noble inglesa acaba en tierras escocesas, donde el destino la llevará a cruzarse con Clarion, quien, advertido por la visión de la hechicera Aila, no dudará en prestarle su ayuda y protección.
El odio sin fin entre escoceses e ingleses, el fanatismo religioso que recorre Inglaterra y la amenaza del padre Dagger empujarán a Clarion y a Elinor a tener que tomar la decisión de desposarse para que el highlander pueda proteger a la dama inglesa. El rescate del escocés llevará a Elinor por la inesperada senda del amor.
Elinor logrará enfrentarse a sus demonios con la inquebrantable ayuda de Clarion, quien cada vez se siente más rendido ante su hada del sur.