El Rumor de las Folías

Visitantes del pasado

Comienza a oscurecer y nos encontramos a buen resguardo tras el aviso de fuertes vientos. Hace horas que los ruidos de los postigos de la ventana no nos sobresaltan. Cuando levantamos la vista de lo que nos ocupa, no asustamos al ver cómo dos sombras atraviesan la ventana. Nos mantenemos en nuestra posición, sin apenas respirar, esperando que aquellas dos figuras no sean peligrosas. Si damos unos pasos hacia atrás, podremos ocultarnos de los extraños. Es una joven con un vestido color berenjena, sombrero y trenza rubia. La reconocemos enseguida como la joven de la playa. Vemos cómo un hombre la ayuda a saltar la ventana y adentrarse en la estancia. A nuestros oídos nos llegan las palabras susurradas.

– Ay Tomás- le dijo la joven- ¿tú crees que todo esto será verdad?
– Pues claro, no notas que hasta huele distinto- le contestó el hombre, asomándose al otro lado de la ventana- Coge las botellas, ahora te paso las siemprevivas.
– Ya te dije que eran muchas – le regañó Luisa- mira que eres morrúo.
– El vinito no puede faltar, que uno no sabe si esta gente del futuro ha perdido las buenas costumbres- le contestó- y no te enrroñes que tú te empeñaste en traer las flores.
– Ah pues claro – le contestó resuelta- con lo lindas que son seguro que les gusta. Son un bonito recuerdo nuestro ¿verdad?- su tono meloso hizo sonreír a Tomás
– Ay mi niña celeste, es tu historia la que le va a gustar.
– La nuestra Tomás- le recordó Luisa y tras tomarlo de la mano continuó- vamos que se nos va a hacer tarde ¡Tengo unas ganas de ver la ciudad de Las Palmas! ¿Estará como la conocemos?
– No lo creo, son muchos años ya- le respondió con voz grave- yo sólo espero que podamos irnos de belingo antes de volver.
– Qué te gusta una parranda – la joven le sonrió antes de tirar de él.
– ¿A mí solo? – preguntó burlón tomándola de la cintura y acercándose al oído- yo conozco a una que con un ron miel ya empieza a bailar folías.
Sus risas amortiguadas por sus bocas cerradas se alejaron. La noche del 28 de noviembre de 2014 prometía estar llena de sorpresas. La primera de ellas: los visitantes del pasado.
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Sinopsis
 La vida de Luisa López cabía en un arcón. Este guardaba infinidad de recuerdos, sueños truncados y experiencias grabadas a fuego. El día que decidió partir de Gran Tarajal, en los años de la Segunda República, no miró atrás. Luisa estaba decidida a emprender una nueva vida y escapar de un matrimonio de conveniencia impuesto por su propio padre. Dejando la tierra que la vio crecer, se concentró en buscar un oficio al otro lado del Atlántico, en Cuba. En el buque, cargado de emigrantes canarios de todas las clases sociales, conoce a la familia Westerling y el objeto de su viaje. Su futuro quedaría entrelazado a ellos irremediablemente. El amor que surge entre Tomás Westerling y ella se fortalece a medida que pasa el tiempo, logrando incluso sobrevivir a pesar de las dificultades personales, sociales y políticas.
Gran Canaria será testigo del cambio que se produce en ellos. Luisa irá alejándose de la joven ilusa que partió llena de ilusiones, para convertirse en una mujer decidida y valiente. Forjará amistades que la ayudarán a sobrellevar los años de la Guerra Civil en Canarias y serán testigos de los intensos sentimientos que Tomás y Luisa sienten el uno por el otro.
La novela narra la vida de dos personajes que viven en un mundo que se divide en dos. Las corrientes ideológicas, los cambios sociales, el papel de la mujer y la crisis económica dibujan el contexto en el que se desarrolla la historia. La narración lleva el espíritu y el sentir canario, plasmando las costumbres, expresiones y formas de vida que marcaron una época cuyos retazos llegan aún a nuestros días.

IMÁGENES DE LA PRESENTACIÓN

28 DE NOVIEMBRE DE 2014

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3 respuestas a “Visitantes del pasado

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